Muñecas Kokeshi

Tradiciones

Las muñecas Kokeshi son figuras tradicionales japonesas de madera, originarias de la región de Tohoku, al norte del país, y se remontan al período Edo, entre los siglos XVII y XIX. Se caracterizan por tener una forma simple y minimalista, con una cabeza redonda grande y un cuerpo cilíndrico sin brazos ni piernas, decorado con motivos florales pintados a mano.

Elaboradas principalmente con maderas como el cerezo y el cornejo, estas muñecas eran vendidas inicialmente como recuerdos en las zonas de aguas termales, simbolizando buena suerte y protección contra los malos espíritus. Con el tiempo, evolucionaron en dos categorías: las Kokeshi tradicionales, que siguen patrones específicos de diseño según la región, y las creativas, que permiten mayor libertad artística.

Hoy en día, son un símbolo del arte popular japonés y representan la filosofía wabi-sabi, que encuentra belleza en la imperfección y la simplicidad.

Muñeco Daruma

Daruma es el muñeco de los propósitos, un amuleto japonés de la buena suerte. Hecho con papel maché, es una representación del monje Bodhidharma, fundador del budismo Zen. Dice la leyenda que alcanzó la iluminación después de meditar en una cueva durante 9 años pero que se le cayeron los brazos, piernas por atrofia.  De ahí la peculiar forma de Daruma.

Cómo actuar

Elegimos un propósito y le pintamos un ojo a Daruma. Cuando lo consigamos, le pintaremos el otro en señal de gratitud. Como parte del aprendizaje, anotaremos cómo llegamos a alcanzar el objetivo, sintiendo en ese momento una gran satisfacción personal.

El espíritu de Daruma

Su figura nos recuerda que con determinación y perseverancia lograremos el propósito que nos hayamos fijado. En este sentido, es crucial seleccionar un objetivo específico y alcanzable. No se trata de comprar un Daruma y esperar que nuestros deseos se cumplan por arte de magia; más bien, el Daruma nos impulsa a trabajar duro y esforzarnos. Para los japoneses, cuaquier ocasión es adecuada para regalar un Daruma; sin embargo, existen fechas especialmente simbólicas como los cumpleaños y Año Nuevo.

Quema del Daruma

En Japón, el Daruma dura un año – se haya o no conseguido el objetivo – y cada 18 de enero se queman miles de figuritas usadas en los templos. Allí donde estés, aprovecha tu fiesta favorita. 

Autor: Tierra Zen – 2025, Barcelona.

Maneki Neko

El Maneki Neko, también conocido como el «gato de la suerte» o «gato que llama», es un amuleto japonés popular que se cree atrae la buena fortuna, la prosperidad y la suerte en los negocios y el hogar. Su origen se remonta al período Edo (1603-1868), y existen varias leyendas sobre su aparición. Una de las historias más conocidas cuenta que un señor feudal buscó refugio bajo un árbol durante una tormenta cerca de un templo. Allí vio a un gato que parecía estar llamándolo con su pata. Intrigado, se acercó y, en ese momento, un rayo cayó justo donde había estado antes. Agradecido, el señor feudal donó dinero al templo, asegurando su prosperidad. Desde entonces, se asocia a este gesto del gato con la buena fortuna.

¿Qué significa Maneki Neko?

El significado varía según la pata que levante. Si levanta la pata derecha, se dice que atrae el dinero y la prosperidad. Si es la izquierda, llama a los clientes y la buena fortuna en los negocios. En algunos casos, el gato levanta ambas patas, lo que representa protección y éxito.

Su color también tiene un simbolismo especial. Los blancos representan pureza y felicidad, los dorados simbolizan riqueza y prosperidad, los negros protegen contra la mala suerte y los espíritus malignos, los rojos están relacionados con la buena salud, los verdes con el éxito académico y los rosados con el amor y las relaciones.

Okiagari-Koboshi

Se cree que el Okiagari-koboshi surgió en la era Edo como un juguete tradicional para los niños, pero también como un símbolo de buena suerte. Su forma inspirada en un pequeño monje budista reflejaba la creencia de que aquellos que enfrentan dificultades pero siguen levantándose serán bendecidos con prosperidad y larga vida.

Los artesanos de Aizu comenzaron a hacer estas muñecas de papel maché para venderlas en los mercados de Año Nuevo. Con el tiempo, se convirtieron en un amuleto para desear resistencia y éxito en el año venidero.

Símbolo de resistencia en Japón

Durante períodos de crisis, como desastres naturales o guerras, el Okiagari-koboshi ha sido utilizado como un recordatorio de la fortaleza y el espíritu de superación de los japoneses. Su conexión con el proverbio «Nanakorobi yaoki» (Caer siete veces, levantarse ocho) lo convirtió en un emblema de la mentalidad japonesa frente a la adversidad.

En el siglo XX, figuras como el escritor Tatsuo Hori y el artista Munakata Shikō lo mencionaron en sus obras, dándole aún más relevancia en la cultura japonesa.

Okiagari en la actualidad

Hoy en día, el Okiagari-koboshi sigue siendo un símbolo de perseverancia y es un regalo común en Japón para desear buena fortuna. También ha sido adoptado como inspiración en otros países como una representación del espíritu inquebrantable del ser humano.

Es fascinante cómo un objeto tan simple puede representar una filosofía de vida tan profunda, ¿verdad? 😊

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